El papa Francisco ha anunciado que durante la celebración del jubileo de la Misericordia --desde el próximo 8 de diciembre al 20 de noviembre de 2016— todos los sacerdotes tendrán la facultad de absolver a las mujeres que hayan cometido “el pecado del aborto”, porque “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido” y "muchas de ellas llevan en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”.
¿Qué es el "jubileo de la Misericordia"?
El "jubileo" es lo mismo que "Año Santo" y es un perdón general, una indulgencia abierta a todos, y la posibilidad de renovar la relación con Dios y con el prójimo.
“Misericordiae vultus” es el nombre de la Bula o documento con el cual el Papa Francisco hizo oficial la convocatoria al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el 11 de abril, en la Basílica de San Pedro. El deseo del Papa es que este Jubileo, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros”.
De acuerdo con el documento, que da a conocer el fundamento con el que ha sido convocado el Jubileo Extraordinario, sus intenciones y los frutos que se esperan, el Jubileo de Extraordinario de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre de 2015 y culminará el 20 de noviembre de 2016.
25 números componen la Bula, en los que el Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema; ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. “La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia.
Durante este tiempo de gracia, señala la Bula:
- Se Invita a los católicos a redescubrir las obras de misericordia.
- Será de capital importancia el sacramento de la confesión.
- El Papa nombrará a sacerdotes en todas las Diócesis para que sean "predicadores convincentes de la misericordia” y perdonen pecados especialmente graves, sin tener que pedir permiso al Vaticano. Se trata por ejemplo de sacrilegios contra la Eucaristía.
- Se pide a los hombres y mujeres de bandas criminales que consideren su conversión.
- Se propone dialogar con judíos y musulmanes para evitar cualquier desprecio o discriminación.
- Una particularidad del Jubileo es que se realiza en todas las Diócesis del mundo; además el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios.
- Algunos aspectos sobresalientes del Jubileo para despertar nuestra conciencia, se visualiza en el lema: "Misericordiosos como el Padre". Uno de los temas particulares que interesa al Papa son las obras de misericordia espirituales y corporales; éstas deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina".
- Otro punto como novedad a tener en cuenta es el envío de los "Misioneros de la Misericordia", una iniciativa con la cual el Papa quiere resaltar más su cuidado pastoral.
Por otra parte, en este contexto, el Papa Francisco, destacando este tiempo como oportuno para cambiar de vida y dejarse tocar el corazón, hizo un llamado firme y fuerte contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción.
“Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis”. "(n. 19).
El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros”.
Con el objetivo de garantizar el desarrollo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el Papa hizo entrega de la Bula simbólicamente a diferentes obispos de los continentes para que se haga efectiva en cada una de las naciones.
